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El sesgo de confirmación en acción: Por qué las pruebas no siempre hacen cambiar de opinión

Este artículo explora el concepto de sesgo de confirmación y cómo afecta a nuestra capacidad para cambiar de opinión ante nuevas pruebas.
Mind and Brain
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31 de mayo de 2023
Fernando Azevedo Pinheiro

En un mundo en el que la información está disponible y es fácilmente accesible, es fácil asumir que el razonamiento basado en pruebas debería ser el enfoque por defecto para la toma de decisiones. Sin embargo, no siempre es así. A pesar de la abundancia de pruebas a nuestro alcance, las personas a menudo se aferran a creencias preexistentes y rechazan las pruebas que las contradicen. Este fenómeno se conoce como sesgo de confirmación, y sus efectos pueden verse en muchos aspectos de nuestras vidas, desde las creencias personales hasta las políticas públicas.

El sesgo de confirmación

Definición y ejemplos

El sesgo de confirmación es la tendencia a buscar, interpretar y recordar información de forma que confirme creencias o valores preexistentes. Esencialmente, es la forma que tiene nuestro cerebro de protegernos de la información que cuestiona nuestra visión del mundo. Es una forma de filtrar el ruido y reforzar lo que ya creemos que es cierto. Un ejemplo clásico es la creencia de que las vacunas son perjudiciales, a pesar de las abrumadoras pruebas científicas de lo contrario. Las personas que mantienen esta creencia descartan las pruebas y buscan información que confirme sus puntos de vista.

El sesgo de confirmación puede manifestarse de muchas maneras en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, un aficionado a los deportes sólo busca noticias y estadísticas que apoyen a su equipo favorito, mientras que ignora cualquier información que sugiera que su equipo no está rindiendo bien. Del mismo modo, una persona que cree en una religión determinada puede buscar únicamente información que apoye sus creencias, ignorando cualquier prueba que las contradiga.

Peligro de la vacunación contra el coronavirus.
Durante la pandemia del 19-N, mucha gente pensaba que las vacunas eran perjudiciales.

La psicología del sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación está profundamente arraigado en la psicología humana. Es una respuesta natural a la abrumadora cantidad de información a la que estamos expuestos a diario. Nuestro cerebro no puede procesar toda la información, así que tenemos que filtrarla de alguna manera. El sesgo de confirmación es una forma de hacerlo.

Además, las investigaciones han demostrado que las personas son más propensas a creer la información que apoya sus creencias o valores preexistentes, incluso cuando esa información es falsa o engañosa. Esto se conoce como el efecto de la "veracidad", por el que la gente acepta la información que le parece verdadera, aunque no esté respaldada por pruebas.

Otro factor que contribuye al sesgo de confirmación es nuestro deseo de mantener una imagen positiva de nosotros mismos. Queremos creer que somos personas inteligentes, racionales e informadas. Admitir que nos equivocamos en algo puede ser difícil y poner en entredicho nuestra imagen de nosotros mismos. Por eso, es más probable que no tengamos en cuenta la información que cuestiona nuestras creencias para mantener la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Cómo afecta el sesgo de confirmación a la toma de decisiones

El problema del sesgo de confirmación es que puede llevar a una toma de decisiones errónea, sobre todo en situaciones de alto riesgo. Por ejemplo, un médico que se aferra a prácticas médicas anticuadas y descarta las nuevas pruebas podría perjudicar a los pacientes. Del mismo modo, un político que ignora las pruebas que contradicen sus puntos de vista políticos podría promulgar leyes perjudiciales.

El sesgo de confirmación también afecta a nuestras relaciones personales, en las que podemos descartar pruebas que cuestionen nuestras creencias sobre nuestras parejas, amigos o familiares. Esto puede dar lugar a malentendidos, conflictos y, en última instancia, a relaciones rotas.

Una forma de combatir el sesgo de confirmación es buscar activamente información que cuestione nuestras creencias. Esto puede resultar difícil e incómodo, pero es un paso importante para garantizar que tomamos decisiones bien informadas y mantenemos relaciones sanas con quienes nos rodean.

El papel de la disonancia cognitiva

Resolver creencias conflictivas

El sesgo de confirmación está estrechamente relacionado con la disonancia cognitiva, que es el malestar o estrés psicológico que resulta de mantener dos o más creencias o valores contradictorios. Esto puede ocurrir en una variedad de situaciones, como cuando encontramos nueva información que desafía nuestras creencias existentes, o cuando nos enfrentamos a decisiones que nos obligan a elegir entre valores opuestos.

Cuando experimentamos disonancia cognitiva, podemos tener una sensación de malestar o tensión, como si nuestra mente estuviera en conflicto consigo misma. Este malestar puede ser difícil de tolerar, y es posible que nos sintamos motivados para resolverlo lo antes posible.

Una forma en que las personas suelen intentar resolver la disonancia cognitiva es cambiando sus creencias o su comportamiento para alinearse con sus creencias preexistentes. Por ejemplo, si se nos presentan pruebas que contradicen nuestras creencias políticas, es más probable que las desechemos o que busquemos fuentes alternativas que confirmen nuestras opiniones. Del mismo modo, si nos enfrentamos a una decisión que requiere que elijamos entre dos valores que apreciamos, es más probable que elijamos la opción que sea coherente con nuestras creencias preexistentes.

Aunque esta estrategia puede ser eficaz para reducir la disonancia cognitiva, en algunos casos también puede conducir a comportamientos irracionales o poco éticos. Por ejemplo, si se nos presentan pruebas de que nuestras acciones están perjudicando a los demás, pero nos negamos a reconocerlas porque entran en conflicto con nuestras creencias, es más probable que sigamos teniendo esos comportamientos perjudiciales.

mujer frustrada tirando sobre fondo blanco
Enfrentarse a creencias contradictorias y buscar una solución es una expresión de disonancia cognitiva.

Impacto en la identidad personal

La disonancia cognitiva también puede afectar a nuestro sentido del yo y a nuestra identidad personal. Cuando se cuestionan nuestras creencias o valores, podemos sentirlo como un ataque personal, lo que puede hacer que nos pongamos a la defensiva o agresivos. Esto es especialmente cierto cuando nuestras creencias están estrechamente ligadas a nuestro sentido de la identidad, como nuestras creencias políticas o religiosas.

Cuando experimentamos una disonancia cognitiva en estas situaciones, podemos sentir que nuestro sentido de identidad se ve amenazado. Esto puede dar lugar a una fuerte respuesta emocional, como la ira o la ansiedad, ya que intentamos defender nuestras creencias y proteger nuestro sentido de la identidad.

mujer enfadada
La disonancia cognitiva amenaza la identidad personal, provocando ira y defensa.

Estrategias para reducir la disonancia cognitiva

Una forma de reducir la disonancia cognitiva es abordar las creencias contradictorias con una mente abierta y estar dispuesto a considerar nuevas pruebas. Esto puede ser difícil, sobre todo si nuestras creencias están muy arraigadas o ligadas a nuestro sentido de la identidad. Sin embargo, al permanecer abiertos a nueva información y perspectivas, podemos ampliar nuestra comprensión del mundo y reducir la incomodidad de la disonancia cognitiva.

También es importante reconocer que cambiar de creencias no es un signo de debilidad o fracaso, sino una parte natural del crecimiento y el desarrollo personal. A medida que nos encontramos con nuevas experiencias e información, nuestras creencias pueden evolucionar y cambiar con el tiempo. Se trata de un proceso normal y saludable que debemos aceptar como una oportunidad de crecimiento personal.

En algunos casos, buscar perspectivas diversas y participar en debates respetuosos también puede ayudar a reducir la disonancia cognitiva. Al exponernos a diferentes puntos de vista y participar en debates reflexivos, podemos cuestionar nuestras creencias de forma constructiva y reducir la incomodidad de la disonancia cognitiva.

mente abierta
Tener una mente abierta y ampliar horizontes es la clave para combatir la disonancia cognitiva.

La influencia de los medios sociales y las burbujas de información

El efecto de cámara de eco

Las redes sociales se han convertido en una poderosa herramienta para difundir información y moldear la opinión pública. Sin embargo, también han facilitado la creación y el mantenimiento de "burbujas de información" o cámaras de eco, en las que sólo se consume información que confirma las creencias preexistentes. Esto puede perpetuar el sesgo de confirmación y dificultar que la gente tenga en cuenta puntos de vista o pruebas alternativos.

Exposición selectiva y sesgo de confirmación

La exposición selectiva es la tendencia a buscar información que confirme las propias creencias o valores, mientras se evita la información que los contradice. Este comportamiento se ve reforzado por los algoritmos de las redes sociales, que dan prioridad a los contenidos que coinciden con los intereses o el historial de búsqueda del usuario. Esto puede crear un ciclo de sesgo de confirmación, en el que los usuarios sólo están expuestos a la información que confirma sus puntos de vista, mientras que permanecen ignorantes de otras perspectivas o pruebas.

El papel de los algoritmos en el refuerzo de los prejuicios

Los algoritmos de las redes sociales están diseñados para mantener el interés de los usuarios mostrándoles contenidos que puedan provocar una fuerte respuesta emocional. Esto puede reforzar los prejuicios existentes, ya que los usuarios están expuestos a contenidos que confirman sus puntos de vista y provocan una fuerte respuesta emocional. Como resultado, los usuarios pueden atrincherarse más en sus creencias, lo que hace aún más difícil que cambien de opinión ante la evidencia.

Burbuja de información

Los límites del razonamiento basado en pruebas

El efecto contraproducente

A pesar de las abrumadoras pruebas a favor del razonamiento basado en pruebas, es importante reconocer sus límites. Uno de ellos es el efecto contraproducente, por el que presentar pruebas que contradicen las creencias de una persona puede reforzar su convicción. Esto se debe a que las personas pueden ver las pruebas como un ataque a su identidad y, como respuesta, comprometerse aún más con sus creencias.

Respuestas emocionales a pruebas contradictorias

Otra limitación del razonamiento basado en pruebas es que no tiene en cuenta las respuestas emocionales que pueden suscitar las pruebas. La investigación ha demostrado que las personas son más propensas a aceptar pruebas que confirman sus creencias si provocan una respuesta emocional positiva, mientras que rechazan las pruebas que contradicen sus creencias si provocan una respuesta emocional negativa. En otras palabras, es más probable que las personas acepten las pruebas que les hacen sentir bien que las que les hacen sentir mal, independientemente de su exactitud.

El papel de la confianza en la aceptación de pruebas

Por último, el razonamiento basado en pruebas depende de un alto grado de confianza en las instituciones y los expertos. Por ejemplo, las personas que desconfían de la comunidad científica son menos proclives a aceptar pruebas que contradigan sus creencias. Del mismo modo, las personas que desconfían de las instituciones gubernamentales pueden ser menos proclives a aceptar pruebas que apoyen determinadas políticas o iniciativas.

Conclusión

El sesgo de confirmación es una fuerza poderosa que determina nuestras creencias, nuestras decisiones y nuestra sociedad. Puede conducir a una toma de decisiones errónea, a relaciones rotas y a reforzar estereotipos o creencias perjudiciales. Sin embargo, si comprendemos la psicología que subyace al sesgo de confirmación, la disonancia cognitiva y la influencia de los algoritmos de las redes sociales, podemos empezar a trabajar para reducir sus efectos y crear una sociedad más basada en la evidencia. Esto significa estar dispuestos a considerar nuevas perspectivas, aceptar los límites del razonamiento basado en pruebas y reconocer el papel que desempeña la confianza en nuestras creencias y toma de decisiones.