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Por qué la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación van de la mano

Cómo la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación influyen en nuestro proceso de toma de decisiones.

La mente humana es una compleja maquinaria que a menudo nos lleva a tomar decisiones irracionales. Dos de los sesgos cognitivos más comunes de los que somos presa son la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación. Estos dos sesgos pueden ser perjudiciales para nuestra capacidad de decisión y llevarnos a tomar decisiones que no nos benefician. En este artículo analizaremos la relación entre la falacia del coste irrecuperable y el sesgo de confirmación, así como las formas de superarlos.

Tanto la falacia del coste hundido como el sesgo de confirmación pueden influir significativamente en nuestra capacidad para tomar decisiones, tanto en nuestra vida personal como en el mundo empresarial.

Ejemplos de falacia del coste hundido

Un ejemplo común de falacia del coste hundido es seguir invirtiendo en un negocio que fracasa, simplemente porque ya ha invertido en él una cantidad significativa de dinero. Aunque la empresa no sea rentable y no muestre signos de mejora, es posible que sigas invirtiendo en ella, creyendo que tus inversiones pasadas se habrán echado a perder si dejas de hacerlo ahora.

Otro ejemplo es seguir asistiendo a un colegio o universidad, aunque no estés contento con el programa o hayas encontrado una oportunidad mejor en otro sitio. Es posible que creas que el tiempo y el dinero que has invertido en el programa serán en vano si lo abandonas, aunque permanecer en él no sea lo mejor para ti.

Los peligros y consecuencias de la falacia del coste hundido: sentirse atrapado, impotente o consumido por la búsqueda de dinero y la falta de voluntad para abandonar o reducir las pérdidas de una inversión.

Ejemplos de sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación puede observarse en muchos aspectos de nuestras vidas, desde la política a la religión, pasando por las relaciones personales.

Por ejemplo, si usted es republicano, es posible que sólo busque fuentes de noticias y opiniones que coincidan con sus creencias políticas, ignorando o descartando cualquier información que las contradiga. Del mismo modo, si usted es un cristiano devoto, sólo puede buscar información y opiniones que coincidan con sus creencias religiosas, ignorando o descartando cualquier información que las cuestione.

El sesgo de confirmación se refiere a la tendencia a interpretar o buscar información que confirme las creencias u opiniones preexistentes.

La relación entre la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación

Aunque la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación pueden parecer dos sesgos cognitivos distintos, a menudo están entrelazados.

Por ejemplo, si ya has invertido una cantidad significativa de tiempo y dinero en un partido político o en unas creencias religiosas concretas, es más probable que busques información y opiniones que confirmen tus creencias, mientras que ignoras o descartas cualquier información que las cuestione. Esto puede llevar a un círculo vicioso en el que sigas invirtiendo en tus creencias, aunque no te sirvan de nada.

Comprender estos sesgos cognitivos es importante para tomar decisiones acertadas y evitar errores costosos. Si somos conscientes de nuestra tendencia a caer presa de estos sesgos, podremos tomar decisiones más informadas y racionales, tanto en nuestra vida personal como profesional.

Las raíces psicológicas de la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación

La falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación tienen profundas raíces psicológicas que se remontan a la disonancia cognitiva, nuestras emociones e incluso nuestra historia evolutiva.

Disonancia cognitiva y toma de decisiones

La disonancia cognitiva es el estado mental incómodo que surge cuando mantenemos dos o más creencias o valores contradictorios. En la toma de decisiones, la disonancia cognitiva surge cuando nos arrepentimos de nuestras decisiones pasadas e intentamos justificarlas siguiendo invirtiendo en ellas, aunque no tenga sentido desde el punto de vista lógico. Esto puede verse en una variedad de situaciones, como permanecer en una relación que fracasa o seguir con una inversión perdedora.

Una de las razones es que los seres humanos tienen una tendencia natural a buscar la coherencia en sus creencias y comportamientos. Cuando encontramos información que entra en conflicto con nuestras creencias, nos sentimos incómodos y tratamos de resolver ese malestar cambiando nuestras creencias o comportamientos, o buscando información que apoye nuestras creencias.

Figura de madera encadenada y periódico. Falacia del coste hundido y sesgo de confirmación.

El papel de las emociones en la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación

Las emociones también desempeñan un papel importante en estos prejuicios. Cuando hemos invertido mucho tiempo, recursos y emociones en una situación concreta, abandonarla puede parecer un fracaso personal. Esto se debe a que a menudo vinculamos nuestra autoestima a nuestras decisiones, y admitir que nos equivocamos puede resultar difícil.

Del mismo modo, el sesgo de confirmación nos ayuda a evitar la incomodidad de cuestionar las creencias existentes buscando información que las respalde. Esto puede verse en las creencias políticas y religiosas, donde la gente suele buscar fuentes de noticias e información que confirmen sus creencias existentes, mientras que descarta la información que entra en conflicto con ellas.

Las raíces evolutivas de la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación

Curiosamente, estos sesgos también tienen raíces evolutivas. En el pasado, los humanos vivían en entornos donde los recursos eran escasos y las decisiones podían significar la diferencia entre la vida y la muerte. En estas situaciones, a menudo era mejor mantener una decisión, aunque no fuera la mejor, que arriesgarse a tomar una nueva decisión que podría ser aún peor.

Aunque en el pasado pudo ser una estrategia de supervivencia útil, en la actualidad puede conducir a la toma de decisiones irracionales. Si comprendemos las raíces psicológicas y evolutivas de estos sesgos, podremos ser más conscientes de ellos y tomar mejores decisiones en el futuro.

La falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación se refuerzan mutuamente

Estos dos sesgos se refuerzan mutuamente, lo que dificulta romper el ciclo de toma de decisiones irracionales. La falacia del coste hundido es un sesgo cognitivo que hace que las personas sigan invirtiendo en una situación que no ha demostrado ser prometedora, simplemente porque no están dispuestas a aceptarla como un coste hundido. El sesgo de confirmación, por su parte, es la tendencia a buscar, interpretar y recordar la información de forma que confirme las ideas preconcebidas. Cuando estos dos sesgos se combinan, crean un círculo vicioso difícil de romper.

El círculo vicioso de los costes hundidos y el sesgo de confirmación

Imagínese que invierte en un proyecto que no promete nada. Ya ha invertido mucho tiempo, dinero y esfuerzo en él, pero no ha dado ningún resultado. Sin embargo, le cuesta aceptar que toda esa inversión se ha echado a perder. Te convences a ti mismo de que si inviertes un poco más de tiempo y dinero, el proyecto dará un giro y se convertirá en un éxito.

A medida que sigues invirtiendo, te apegas más emocionalmente a la situación. Empiezas a ver el proyecto como un reflejo de tus capacidades y tu identidad. Empiezas a creer que si el proyecto fracasa, significa que tú eres un fracasado. Este apego emocional refuerza tu sesgo de confirmación. Empiezas a buscar pruebas que respalden tu decisión de invertir en el proyecto y a ignorar o restar importancia a cualquier prueba que la contradiga.

Así, acabas invirtiendo aún más para validar tu decisión inicial. Te ves atrapado en un círculo vicioso de costes hundidos y sesgo de confirmación. Cuanto más inviertes, más apegado te sientes emocionalmente y más fuerte se hace tu sesgo de confirmación. El ciclo continúa hasta que te das cuenta de que el proyecto es una causa perdida o hasta que te quedas sin recursos para invertir.

Es difícil abandonar un proyecto en el que alguien ha invertido mucho tiempo y esfuerzo, incluso cuando no da frutos.

Ejemplos de falacia del coste hundido y sesgo de confirmación en acción

Algunos ejemplos reales de estos prejuicios son las personas reacias a vender acciones que han perdido valor, las que invierten en proyectos claramente fracasados y las que permanecen en trabajos o relaciones sin futuro con la esperanza de que mejoren.

Por ejemplo, imagine que ha invertido en una acción que ha perdido valor. Sabe que es poco probable que se recupere, pero le cuesta aceptar que ha perdido dinero. Se convence a sí mismo de que si aguanta un poco más, la acción se recuperará y volverá a ser rentable. Este es un ejemplo de la falacia del coste hundido.

A medida que sigues reteniendo las acciones, te apegas emocionalmente a ellas. Empiezas a ver las acciones como un reflejo de tus habilidades como inversor. Empieza a creer que si la acción fracasa, significa que usted es un mal inversor. Este apego emocional refuerza su sesgo de confirmación. Empieza a buscar pruebas que apoyen su decisión de mantener las acciones, e ignora o resta importancia a cualquier prueba que la contradiga.

Así, acabas aferrándote a la acción a pesar de que es poco probable que se recupere. Queda atrapado en un círculo vicioso de costes hundidos y sesgo de confirmación. Cuanto más se aferra a la acción, más apegado está emocionalmente a ella y mayor es su sesgo de confirmación. El ciclo continúa hasta que acabas dándote cuenta de que la acción es una causa perdida, o hasta que te quedas sin recursos para invertir.

El impacto de la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación en la toma de decisiones

Estos prejuicios pueden tener un impacto significativo en todos los aspectos de nuestras vidas, incluidas las finanzas personales, las decisiones empresariales y las decisiones políticas y sociales.

Finanzas personales y decisiones de inversión

La falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación pueden dar lugar a decisiones de inversión erróneas, con personas que siguen invirtiendo en proyectos que fracasan o que venden acciones demasiado tarde, lo que provoca importantes pérdidas financieras.

Decisiones empresariales y organizativas

En las empresas, estos sesgos pueden conducir a una mala asignación de recursos, ya que las organizaciones siguen invirtiendo en proyectos o productos que fracasan y ya no son viables.

Decisiones políticas y sociales

A mayor escala, estos prejuicios pueden tener repercusiones duraderas en las decisiones políticas y sociales. El sesgo de confirmación puede reforzar los prejuicios existentes y dar lugar a políticas discriminatorias que perjudican a las comunidades marginadas.

discriminación social muchos hombres de papel frente oscuro
El sesgo de confirmación puede reforzar los prejuicios existentes y dar lugar a políticas discriminatorias que perjudican a las comunidades marginadas.

Estrategias para superar la falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación

Es esencial ser consciente de estos prejuicios y disponer de estrategias para superarlos .

Desarrollar la autoconciencia y el pensamiento crítico

Desarrollar la autoconciencia y el pensamiento crítico puede ayudarnos a superar estos prejuicios. Podemos cuestionar nuestras creencias y suposiciones, buscar perspectivas diversas y aprender a aceptar los costes irrecuperables sin dejar que influyan en nuestras decisiones actuales.

Buscar perspectivas y fuentes de información diversas

Buscar diversas perspectivas y fuentes de información puede ayudarnos a contrarrestar nuestro sesgo de confirmación, evitando que quedemos atrapados en nuestras "cámaras de eco".

Implantación de marcos y herramientas para la toma de decisiones

Los marcos de toma de decisiones, como el análisis coste-beneficio y los árboles de decisión, pueden ayudarnos a tomar decisiones racionales evaluando los costes y beneficios actuales y futuros de una decisión, en lugar de dejarnos llevar por inversiones o creencias pasadas.

Conclusión

La falacia del coste hundido y el sesgo de confirmación están íntimamente relacionados y conducen a una toma de decisiones irracional que puede tener consecuencias importantes. Si comprendemos estos sesgos y adoptamos estrategias para superarlos, podremos tomar mejores decisiones y vivir vidas más plenas.

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