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¿Cómo influye el ayuno en la longevidad?

Descubra la fascinante relación entre el ayuno y la longevidad en nuestro último artículo.
Human Enhancement
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22 de mayo de 2023
Biohacking
Fernando Azevedo Pinheiro

El ayuno, la práctica de abstenerse de comer y/o beber durante periodos de tiempo específicos, se ha practicado durante siglos. Se ha utilizado con fines religiosos, para perder peso y se ha promocionado por sus beneficios para la salud. En los últimos años, el ayuno ha ganado atención por su impacto en la longevidad. Pero, ¿cuál es la base científica del ayuno y sus efectos sobre la longevidad?

El ayuno y la longevidad

El ayuno puede parecer una forma paradójica de aumentar la longevidad. Aun así, las investigaciones sugieren que, al inducir respuestas biológicas específicas, puede promover la longevidad y retrasar las enfermedades relacionadas con la edad.

Los seres humanos llevamos siglos ayunando, ya sea por motivos religiosos o culturales. Sin embargo, en los últimos años, el ayuno ha ganado popularidad por sus posibles beneficios para la salud. Los estudios han demostrado que el ayuno puede ayudar a perder peso, mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la inflamación, todos ellos factores que contribuyen a las enfermedades relacionadas con la edad.

¿Qué es el ayuno?

El ayuno es el acto de abstenerse voluntariamente de comer y beber, normalmente durante un periodo determinado. Existen distintos tipos de ayuno, como el ayuno intermitente (AI) y el ayuno prolongado (AP). El ayuno intermitente consiste en alternar periodos de alimentación regular y ayuno, mientras que el ayuno prolongado consiste en la restricción total de la ingesta calórica durante periodos más largos, normalmente de más de 24 horas.

El ayuno intermitente es la forma más popular de ayuno, y consiste en restringir su ventana de alimentación a un marco de tiempo específico, como 8 horas al día. Durante el periodo de ayuno, sólo se puede consumir agua, café solo o té sin edulcorantes. El ayuno prolongado, por su parte, consiste en abstenerse de comer durante dos o más días.

Ayuno

La ciencia de la longevidad

La longevidad, o la capacidad de vivir más tiempo, viene determinada por diversos factores, como la genética y factores relacionados con el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio. Sin embargo, las enfermedades relacionadas con la edad, como las cardiovasculares, las neurodegenerativas y el cáncer, son los principales determinantes de la longevidad. Las investigaciones sugieren que el ayuno puede favorecer la longevidad al inducir respuestas biológicas beneficiosas que afectan a estas enfermedades.

Los estudios han demostrado que el ayuno puede activar los procesos de reparación celular, reducir el estrés oxidativo y mejorar la función mitocondrial, todos ellos factores esenciales para un envejecimiento saludable. También se ha demostrado que el ayuno aumenta la producción de la hormona del crecimiento, que es crucial para mantener la masa muscular y la densidad ósea a medida que envejecemos.

Además, los estudios han sugerido que el ayuno puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2, las cardiopatías y el cáncer. Un estudio descubrió que ayunar durante al menos 13 horas por la noche reducía el riesgo de recurrencia del cáncer de mama en las mujeres.

Aumento de la longevidad
Longevidad

Tipos de ayuno para la longevidad

El ayuno se ha utilizado durante siglos como medio de purificación espiritual y física. En los últimos años, el ayuno ha ganado popularidad por sus posibles beneficios para la salud, incluida la mejora de la longevidad. Existen varios tipos de ayuno, cada uno con sus ventajas específicas. Exploremos algunos de los tipos de ayuno más populares para la longevidad.

Ayuno intermitente (AI)

El ayuno alimentario consiste en restringir la ingesta calórica durante periodos de tiempo específicos, normalmente de 12 a 48 horas, seguidos de periodos de alimentación regular. Se ha demostrado que esta forma de ayuno aumenta la longevidad y reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad al mejorar los marcadores metabólicos, como la sensibilidad a la insulina y los niveles de colesterol.

El ayuno intermitente puede adoptar muchas formas, como el ayuno de días alternos, en el que se come normalmente un día y se ayuna el siguiente, o la dieta 5:2, en la que se come normalmente cinco días a la semana y se restringen las calorías a 500-600 los otros dos días.

Los estudios han demostrado que el ayuno intermitente también puede conducir a la pérdida de peso, la mejora de la función cerebral y la reducción de la inflamación. También puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiopatías y el cáncer.

Fatación intermitente
Ayuno intermitente

Ayuno prolongado (AP)

El PF es la restricción completa de la ingesta calórica durante periodos más largos, que suelen oscilar entre 24 horas y varios días. Esta forma de ayuno ha demostrado mejorar la esperanza de vida en estudios con animales al inducir la autofagia, un mecanismo de limpieza celular que elimina los componentes celulares dañados y favorece la reparación celular.

Durante el ayuno prolongado, el cuerpo pasa de utilizar glucosa como fuente de energía primaria a utilizar cetonas, que se producen por la descomposición de la grasa en el hígado. Se ha demostrado que este proceso, conocido como cetosis, tiene numerosos beneficios para la salud, como la mejora de la sensibilidad a la insulina, la reducción de la inflamación y la mejora de la función cerebral.

Sin embargo, el ayuno prolongado sólo debe realizarse bajo supervisión médica, ya que puede ser peligroso para determinadas personas, como las diabéticas o con antecedentes de trastornos alimentarios.

Comer con restricciones de tiempo

Esta forma de ayuno consiste en restringir la ingesta de alimentos a un periodo de tiempo específico al día. Por ejemplo, comer dentro de un margen de ocho horas y ayunar las 16 horas restantes. Se ha demostrado que mejora los marcadores metabólicos y favorece la longevidad al mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la inflamación.

La restricción horaria es fácil de incorporar a la rutina diaria y puede ser tan sencilla como saltarse el desayuno o cenar más temprano por la noche. Los estudios han demostrado que puede ayudar a perder peso, mejorar el control del azúcar en sangre y reducir la inflamación.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la restricción horaria no debe utilizarse como excusa para comer en exceso durante el periodo de comidas. Es importante mantener una dieta equilibrada y sana durante el periodo de comidas.

Restricción horaria
Restricción horaria

Efectos biológicos del ayuno en la longevidad

Autofagia y reparación celular

La autofagia es un proceso celular que elimina los componentes celulares dañados y favorece la reparación celular. Se activa durante los periodos de ayuno, en concreto el ayuno prolongado, y es un mecanismo crítico a través del cual el ayuno puede promover la longevidad.

Durante el ayuno, el cuerpo entra en un estado de cetosis, en el que empieza a quemar la grasa almacenada para obtener energía. Este proceso desencadena la autofagia, que permite al organismo descomponer y reciclar las proteínas y los componentes celulares dañados. Al eliminar estos componentes dañados, el cuerpo es capaz de repararse a sí mismo y mantener su salud celular.

Los estudios han demostrado que la autofagia es especialmente importante para la salud de las neuronas. De hecho, la disfunción de la autofagia se ha relacionado con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Promoviendo la autofagia a través del ayuno, las personas pueden reducir el riesgo de desarrollar estas enfermedades y promover la salud general del cerebro.

Autofagia. Ilustración por ordenador. Ilustración por ordenador de un liosoma.
Autofagia

Hormesis y resistencia al estrés

La horm esis es un principio biológico según el cual una exposición leve a factores estresantes, como el ayuno, induce una respuesta biológica beneficiosa que mejora la resistencia al estrés. Se ha demostrado que el ayuno induce la hormesis, lo que aumenta la resistencia al estrés y puede alargar la vida.

Durante el ayuno, el organismo experimenta una leve respuesta de estrés, que desencadena una serie de cambios biológicos beneficiosos. Por ejemplo, se ha demostrado que el ayuno aumenta la producción de antioxidantes, que ayudan a proteger el organismo contra el estrés oxidativo. Además, se ha demostrado que el ayuno aumenta la producción de proteínas de choque térmico, que ayudan a proteger el organismo contra el daño celular.

Estos cambios pueden conducir a una mayor resistencia al estrés y pueden ayudar a proteger contra una serie de enfermedades relacionadas con la edad. Por ejemplo, los estudios han demostrado que el ayuno puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.

Reducción de la inflamación y el estrés oxidativo

La inflamación y el estrés oxidativo están relacionados con diversas enfermedades asociadas a la edad. Se ha demostrado que el ayuno reduce los niveles de estos marcadores, lo que conlleva posibles reducciones del riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, como las cardiovasculares y el cáncer.

Durante el ayuno, el cuerpo produce menos radicales libres, que son moléculas que pueden dañar las células y contribuir al estrés oxidativo. Además, se ha demostrado que el ayuno reduce la inflamación del organismo al disminuir la producción de citoquinas inflamatorias.

Al reducir el estrés oxidativo y la inflamación, el ayuno puede ayudar a proteger contra una serie de enfermedades relacionadas con la edad. Por ejemplo, los estudios han demostrado que el ayuno puede ayudar a reducir el riesgo de Alzheimer , Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.

El ayuno y las enfermedades relacionadas con la edad

Ayuno y salud cardiovascular

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Las investigaciones sugieren que el ayuno puede mejorar la salud cardiovascular al reducir marcadores como la presión arterial, los niveles de colesterol y favorecer la pérdida de peso.

Ayuno y enfermedades neurodegenerativas

Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, se caracterizan por la degeneración de las células nerviosas del cerebro, lo que provoca deterioro cognitivo y alteraciones motoras. Las investigaciones sugieren que el ayuno puede reducir el riesgo de padecer estas enfermedades al favorecer la reparación neuronal y reducir la inflamación y el estrés oxidativo.

Ayuno y prevención del cáncer

El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y las investigaciones sugieren que el ayuno puede reducir el riesgo de cáncer al reducir la inflamación, mejorar los marcadores metabólicos y promover mecanismos de reparación celular como la autofagia.

En general, los conocimientos científicos sobre el ayuno y la longevidad son complejos. Sin embargo, hay pruebas de que el ayuno, en concreto el ayuno prolongado y el ayuno intermitente, puede promover la longevidad al inducir mecanismos biológicos críticos como la autofagia, la hormesis y la reducción de la inflamación y el estrés oxidativo. Estos beneficios tienen el potencial de reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, como las cardiovasculares, las neurodegenerativas y el cáncer. Si está considerando la posibilidad de ayunar para lograr la longevidad, lo mejor es consultar a un profesional sanitario y abordarlo con responsabilidad.