Cuando mueres, pueden ocurrir varias cosas. Se puede dejar que el cuerpo se descomponga de una forma u otra (cada país tiene sus propias tradiciones), se puede incinerar o se puede criogenizar. Las personas que no opten por la crioconservación (o la incineración) seguirán el proceso tradicional de descomposición. Si has visto alguna película o programa de televisión sobre crímenes, sabrás que este proceso puede ser bastante espantoso. El cuerpo se descompone gradualmente en materia orgánica más simple a través de una serie de procesos biológicos y químicos en cascada.
Aunque la descomposición comienza inmediatamente, puede durar años. Lo único que detiene el proceso son los productos químicos y el frío. Como era de esperar, ambos intervienen en la crioconservación. Así que, si realmente quieres aprovechar las ventajas de las temperaturas frías (bajo cero), criónica es el camino a seguir. Veamos qué le ocurre a tu cuerpo tras la muerte en ambas situaciones.
Las cuatro etapas de la descomposición corporal
La descomposición del cuerpo avanza a través de distintas fases. Aunque el número exacto de estas fases varía en función de a quién preguntes, hemos decidido simplificarlas en cuatro ventanas diferentes. Recuerda que tu cuerpo sólo avanzará por las fases de descomposición si no haces planes para tu muerte (pista, pista: criopreservación).
1. Autolisis (Autodigestión)
La fase inicial de la descomposición del cuerpo comienza justo en el momento de la muerte clínica. Ésta se define como el momento en que el corazón deja de latir (parada cardiaca) y cesan las funciones vitales. Sin embargo, la muerte clínica es reversible si se produce en un plazo de cuatro a seis minutos. Esto puede conseguirse mediante medidas como la reanimación cardiopulmonar y el uso de un desfibrilador externo automático. Si no se toman medidas para revertir la muerte clínica, se declara la muerte legal.
Este es el momento en el que una de dos cosas puede suceder. Situación uno: tu cuerpo continúa con el proceso de autolisis. Situación dos: se avisa al proveedor decriónica para que inicie el proceso de crioprotección (más información al respecto más adelante).
La autolisis también se denomina autodigestión. Comienza cuando la sangre deja de circular y cesa la respiración. Como el cuerpo ya no puede eliminar los desechos, el dióxido de carbono empieza a llenar la cavidad interna, haciendo que se vuelva ácida. Los altos niveles de acidez en el organismo acaban por romper las membranas celulares, liberando así enzimas específicas que desencadenan la autofagia celular. Esencialmente, esto significa que sus células comienzan a comerse a sí mismas. Es también durante esta fase cuando aparece el rigor mortis y se endurecen los músculos.
2. Hinchazón
La siguiente fase de la descomposición del cuerpo es la hinchazón, que comienza entre dos y cinco días después de la muerte (dependiendo de los factores ambientales). Durante esta etapa, los gases comienzan a acumularse en el interior del cuerpo, provocando su hinchazón. Pueden incluir metano, nitrógeno, dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno y otros. La producción de gases proviene tanto de la autofagia celular como de la falta de equilibrio bacteriano dentro del microbioma. Como no hay un sistema que mantenga las bacterias bajo control, empiezan a reproducirse rápidamente y a alimentarse del cuerpo.
A medida que los gases siguen acumulándose, se acumulan y aumentan la presión interna de la cavidad corporal. Los cuerpos pueden casi duplicar su tamaño debido a la cantidad de hinchazón. Esto también puede conducir a la fuga de líquidos, decoloración de la piel, y un aumento de los insectos. Los microorganismos internos, los gases y las bacterias no controladas también emiten olores de putrefacción.
3. Decaimiento (de activo a avanzado)
La siguiente etapa se considera la fase de descomposición. Es cuando los órganos, los músculos y la piel empiezan a licuarse. Sin ser demasiado gráfico, esta es la parte de la descomposición corporal en la que los tejidos blandos se descomponen, los líquidos empiezan a rezumar del cuerpo y se empieza a perder la piel. La masa corporal se reduce durante esta fase. Hay periodos de descomposición activa (cuando se pierde la mayor parte de la masa) y de descomposición avanzada (cuando sólo quedan cartílagos, huesos, ligamentos y algunos subproductos). En medio de esta descripción, un dato curioso: no es cierto que el pelo y las uñas sigan creciendo después de la muerte. Sólo parecen aumentar de tamaño porque el cuerpo se encoge.
4. Esqueletización
La etapa final de la descomposición del cuerpo es la esqueletización. Es cuando todo se ha descompuesto y secado, quedando sólo los huesos y tal vez un poco de pelo. La ubicación de un cuerpo durante la descomposición puede influir en el tiempo que se tarda en llegar a este proceso, pero puede ocurrir desde unos pocos meses hasta unos pocos años. Aunque los huesos también se descomponen, ¡pueden tardar hasta 80 años o más!
Elegir una vía alternativa
El proceso de descomposición humana es bastante asqueroso, pero no es tu única opción. Volvamos a la segunda situación que hemos mencionado antes: se avisa a tu proveedor de criónica para que inicie el proceso de criopreservación. Básicamente, si te apuntas a la criopreservación, tu cuerpo no pasará por las etapas de descomposición corporal mencionadas anteriormente. ¡Puede que incluso llegues a experimentar la vida en el futuro!
La criopreservación pone en pausa los procesos celulares del organismo y detiene el deterioro celular y tisular. Mediante el uso de agentes crioprotectores (CPA) y un proceso de vitrificación, el cuerpo se enfría gradualmente hasta temperaturas bajo cero y se transfiere a un dewar de almacenamiento criogénico para su conservación a largo plazo. Esto mantiene sus células "congeladas" en el tiempo. Aunque en realidad no se congelan, las células no envejecen, no se deterioran ni se descomponen como ocurriría si no se crioconservaran. La idea que subyace a la criopreservación es mantener los cuerpos de los pacientes almacenados indefinidamente, hasta que los avances tecnológicos permitan revivirlos en el futuro. Aunque esto no es una garantía, no hay ninguna razón biológica fundamental para que no sea posible en el futuro. Eso significa que hay una posibilidad, ¡y merece la pena aprovecharla! También puedes optar por la incineración para evitar la descomposición, pero esta opción te da un 0% de posibilidades de revivir en el futuro.
Conclusión
Lo que le ocurre a tu cuerpo después de la muerte es un proceso fascinante, pero los detalles no son precisamente una conversación de sobremesa. En cambio, hablar de la criopreservación puede dar lugar a historias interesantes, infundir esperanza en el futuro e incluso propiciar cambios en el estilo de vida. Si quieres saber más sobre la criopreservación, llama por teléfono o suscríbete a nuestro boletín. Si la idea de la descomposición no es algo que puedas imaginar postmortem, no te culpamos. Apúntate a la crioconservación.
