Si finalmente se desarrollara una tecnología revival para la criopreservación humana, muchas cosas podrían cambiar. El mundo se vería profundamente afectado por una evolución social en la que cada uno podría elegir cuánto tiempo quiere vivir. La medicina podría dar grandes pasos y salvar vidas que antes eran intratables. ¿Cómo viviríamos si supiéramos que disponemos de mucho más tiempo? ¿Cómo nos comportaríamos si el futuro dejara de ser una visión lejana para convertirse en un marco temporal tangible? ¿Podría la humanidad aprender a adoptar una perspectiva de futuro?
Pensar a corto y a largo plazo
Si lo pensamos desde una perspectiva evolutiva, para sobrevivir, el aquí y ahora era (y sigue siendo hasta cierto punto) crucial. Estar "al pie del cañón" podía significar la diferencia entre la vida y la muerte. Para asegurarse de que esta cualidad evolucionaba, la naturaleza creó un increíble sistema de gratificación inmediata.
Piensa en ello. Satisfacer tus necesidades en el momento es muy placentero. Dormir cuando estás cansado o comer cuando tienes hambre te produce una sensación gratificante a la que es difícil resistirse. ¿Deberías echarte una siesta ahora o quedarte despierto un par de horas más para estudiar para un examen que te permitirá graduarte y posiblemente mejorar tu vida futura? ¿Debes comer comida rápida por el camino o esperar a llegar a casa para cocinar algo sano? Dependiendo de si piensas a corto o a largo plazo, las respuestas a estas preguntas serán diametralmente opuestas.
Muchas marcas utilizan en su beneficio lo que Tim Urban, escritor y autor del blog Wait But Why, llama el Mono de la Gratificación Instantánea. Multitud de brillantes anuncios nos recomiendan comprar cosas que realmente no necesitamos en lugar de ahorrar para el futuro. Queremos comprar ropa de moda rápida aunque sea abiertamente mala para el planeta, y pasamos horas jugando con nuestros smartphones, posponiendo cosas más importantes de la vida.
Ahora bien, no todo el mundo tiene problemas para planificar su futuro. Sin embargo, la actual crisis medioambiental lo dice todo. Aún no hemos aprendido a pensar en las consecuencias de nuestros actos, no sólo para nuestra vida, sino también para la de nuestros nietos y bisnietos. Pero, ¿y si te dijéramos que criónica puede ayudarnos a desarrollar este pensamiento a (muy) largo plazo?
¿Cómo podría cambiar eso criónica ?
Se preguntarán: ¿nos criónica ¿nos hará más sabios? Quizá la experiencia de vivir en décadas y siglos diferentes nos ayude a aprender un par de cosas. Pero no se trata de eso.
Cuando una persona se inscribe en criónica, espera vivir en el futuro. La cuestión es si será un lugar habitable. Si el futuro fuera distópico, es posible que la tecnología médica no se desarrollara hasta el punto de que pudiera lograrse la reanimación futura a partir de la crioconservación. O tal vez la tecnología podría desarrollarse, pero la situación económica o política limitaría su aplicación. O, si el cambio climático nos llevara a una vida de inanición, no tendría sentido tener más bocas que alimentar. En pocas palabras, se necesitan unas condiciones médicas, tecnológicas y sociales específicas para la reanimación tras la crioconservación.
Por lo tanto, si un miembro de una organización de criónica quiere tener la oportunidad de resucitar en el futuro, tendrá que hacer algo al respecto.
Construye el futuro en el que quieres vivir
¿Ha oído hablar alguna vez del concepto de Superabundancia Sostenible?
Muchos transhumanistas, entre los que destaca el Presidente de Futuristas de Londres , David Wood, predicen un futuro en el que abundarán los recursos. Tanto que todos los habitantes del planeta tendrán lo suficiente para llevar una vida cómoda. El trabajo podría no ser más que un mero pasatiempo, desvinculado de la supervivencia y la necesidad económica.
Parece un sueño, ¿verdad? Sin embargo, aún queda un largo y tortuoso camino por recorrer. Según Wood, hay 7 esferas de la vida humana de las que tendremos que ocuparnos para alcanzar ese futuro: energía, alimentación, bienes materiales, salud, inteligencia, creatividad y colaboración. Sólo cuando tengamos abundancia en todas estas áreas alcanzaremos la condición de "superabundancia".
Entonces, ¿qué pueden hacer los miembros de las organizaciones de criónica para construir un futuro en el que merezca la pena vivir? Obviamente, no todos somos ingenieros e investigadores. Pocos de nosotros podemos dedicarnos a desarrollar soluciones sostenibles y tecnologías futuristas que cambien el mundo a mejor. Lo que sí podemos hacer es adoptar el pensamiento a largo plazo en nuestras acciones cotidianas. Hay que tener en cuenta que el futuro no está tan lejos y que nuestras acciones pueden influir en él. Los campos mencionados por Wood son diversos y, a nuestra pequeña manera, podemos contribuir a su desarrollo.
Conclusión
Esperamos que, con los años, criónica se convierta en la corriente dominante. Cada vez más personas se involucrarán en este campo, adoptando comportamientos más a largo plazo. Aumentarán el interés y las intervenciones para construir un mundo mejor. Quizá la crioconservación humana llegue algún día a estar al alcance de todos. Puede que la humanidad consiga construir un mundo sostenible, en el que ya no haya escasez.
En eso consiste criónica . Si sus intereses coinciden, quizá sea el momento de unirse a criónica. Para ello, haz clic en este enlace. Si no, concierta una llamada con un miembro de nuestro equipo y pregúntanos cualquier duda que tengas.