Los fondos gestionados por donantes (DAF, por sus siglas en inglés) se han convertido en una herramienta revolucionaria para los filántropos que desean establecer una actividad filantrópica a largo plazo legacy. Al otorgar a los donantes el poder de gestionar sus donaciones, los DAF han transformado por completo el panorama filantrópico y han dado pasos significativos en la promoción de la transparencia, la rendición de cuentas y el impacto en el mundo de la beneficencia. En este artÃculo, examinaremos más de cerca los DAF y analizaremos cómo están transformando la filantropÃa con el empoderamiento de los donantes.
Fondos gestionados por donantes (DAF)
¿Qué son los DAF?
Los fondos recomendados por el donante (DAF) son una forma popular y flexible de que los donantes hagan donaciones a sus organizaciones benéficas favoritas. Estos vehÃculos filantrópicos permiten a los donantes crear una cuenta de donaciones benéficas, que pueden financiar y recomendar donaciones a sus organizaciones benéficas preferidas sobre una base deducible de impuestos. Los DAF son gestionados y administrados por organizaciones patrocinadoras, como fundaciones comunitarias o instituciones financieras, que aceptan y gestionan las aportaciones realizadas por los donantes a la cuenta.
Una de las ventajas de los DAF es que permiten a los donantes realizar una única aportación a una cuenta de donaciones benéficas y, a continuación, recomendar subvenciones a varias organizaciones benéficas a lo largo del tiempo. Esto puede simplificar el proceso de donación y ayudar a los donantes a gestionar sus donaciones de forma más eficiente.
Historia de los FAD
Los DAF tienen una rica historia que se remonta a más de un siglo. La primera cuenta registrada fue creada en 1914 por el New York Community Trust, que sigue funcionando en la actualidad. Sin embargo, no fue hasta la década de 1990 cuando los DAF ganaron popularidad, gracias a la introducción de la Ley de Reforma Fiscal de 1993, que los convirtió en una opción filantrópica más atractiva y accesible para los donantes.
Desde entonces, los DAF se han convertido en uno de los vehÃculos de donaciones benéficas de más rápido crecimiento en Estados Unidos, con más de 37.000 millones de dólares en activos bajo gestión en 2018. Este crecimiento puede atribuirse a la flexibilidad y comodidad que los DAF ofrecen a los donantes, asà como a las ventajas fiscales que conllevan las donaciones benéficas.
Cómo funcionan los DAF
Los donantes pueden establecer un DAF con una aportación mÃnima, que suele oscilar entre 5.000 y 25.000 dólares. El donante recibe una deducción fiscal inmediata y puede recomendar subvenciones a una o varias organizaciones benéficas. La organización patrocinadora se encarga de gestionar los activos de la cuenta, conceder subvenciones a organizaciones benéficas basándose en las recomendaciones del donante y asegurarse de que las inversiones de la cuenta se ajustan a los objetivos filantrópicos del donante.
Una de las ventajas de los DAF es que los donantes pueden contribuir a su cuenta a lo largo del tiempo y aprovechar el crecimiento del mercado, lo que permite que sus donaciones benéficas tengan un impacto aún mayor. Además, los DAF pueden ser una herramienta útil para los donantes que desean hacer una contribución benéfica significativa pero no están seguros de a qué organizaciones benéficas apoyar. Al establecer un DAF, los donantes pueden tomarse su tiempo para investigar y evaluar posibles organizaciones benéficas antes de recomendar una subvención.
En general, los DAF son una herramienta valiosa y flexible para las donaciones benéficas que puede ayudar a los donantes a tener un impacto significativo en las causas que más les importan.
Ventajas de los DAF para los donantes
Los fondos gestionados por donantes (DAF, por sus siglas en inglés) se han hecho cada vez más populares en los últimos años como medio para que los particulares apoyen las causas benéficas que les interesan. Los DAF son vehÃculos filantrópicos que permiten a los donantes hacer una contribución benéfica, recibir una deducción fiscal inmediata y, a continuación, recomendar subvenciones del fondo a sus organizaciones benéficas favoritas a lo largo del tiempo. Los DAF ofrecen varias ventajas a los donantes, como ventajas fiscales, flexibilidad y control, anonimato y privacidad, y la posibilidad de establecer una relación filantrópica a largo plazo legacy.
Ventajas fiscales
Uno de los beneficios más significativos de los DAF para los donantes son las ventajas fiscales que ofrecen. Cuando los donantes contribuyen a un DAF, reciben una deducción fiscal inmediata por el importe total de su donación, incluso si no recomiendan subvenciones de inmediato. Esto permite a los donantes recibir un beneficio fiscal por su donación y, al mismo tiempo, tener la flexibilidad de recomendar subvenciones a organizaciones benéficas a lo largo del tiempo.
Además, los DAF pueden ayudar a los donantes a evitar los impuestos sobre las plusvalÃas de los activos revalorizados. Al aportar activos apreciados, como acciones o bienes inmuebles, a un DAF, los donantes pueden recibir una deducción fiscal por el valor total de mercado del activo y evitar pagar impuestos sobre las plusvalÃas.
Flexibilidad y control
Los DAF ofrecen a los donantes la flexibilidad y el control necesarios para apoyar las causas benéficas que les interesan. Los donantes pueden recomendar donaciones a una o varias organizaciones benéficas, y pueden hacerlo a lo largo del tiempo, concediendo pequeñas o grandes donaciones según consideren oportuno. Los DAF también ofrecen a los donantes la flexibilidad de contribuir a su cuenta cuando les resulte conveniente, lo que les permite programar sus donaciones para maximizar los beneficios fiscales.
Además, los DAF pueden simplificar el proceso de donación para los donantes. En lugar de tener que hacer donaciones individuales a múltiples organizaciones benéficas, los donantes pueden consolidar sus donaciones en una sola cuenta y hacer las recomendaciones de subvención que consideren oportunas.
Anonimato y privacidad
Los DAF pueden proporcionar un nivel adicional de privacidad a los donantes que deseen mantener el anonimato en sus donaciones. La organización patrocinadora concede la subvención a la organización benéfica en nombre del DAF, lo que significa que la organización benéfica no conoce la identidad del donante que recomendó la subvención. Esto puede ser especialmente beneficioso para los donantes que desean apoyar causas delicadas o controvertidas sin llamar la atención.
Además, los DAF pueden ayudar a proteger a los donantes de las solicitudes de las organizaciones benéficas. Dado que la organización patrocinadora concede las subvenciones en nombre del DAF, las organizaciones benéficas no tienen contacto directo con el donante, lo que puede ayudar a reducir las solicitudes no deseadas.
Impacto a largo plazo
Los DAF permiten a los donantes establecer una relación filantrópica a largo plazo legacy creando una cuenta de donaciones benéficas que puede seguir concediendo subvenciones a organizaciones benéficas mucho después de que el donante haya fallecido. Esto permite a los donantes tener un impacto duradero en las causas que les preocupan y garantiza que sus donaciones benéficas continúen en los años venideros.
Además, los DAF pueden ofrecer a las familias una forma de filantropÃa intergeneracional. Al involucrar a hijos y nietos en el proceso de concesión de donaciones, los donantes pueden transmitir sus valores y crear una familia compartida legacy de donaciones.
En general, los DAF ofrecen una serie de ventajas a los donantes que desean apoyar causas benéficas de forma estratégica y con impacto. Desde ventajas fiscales hasta flexibilidad y control, anonimato y privacidad, y la posibilidad de establecer una filantropÃa a largo plazo legacy, los DAF pueden ser una poderosa herramienta para los donantes que desean marcar una diferencia en el mundo.
El papel de los DAF en la filantropÃa moderna
Apoyo a organizaciones sin ánimo de lucro y causas benéficas
Los DAF se han convertido en una parte integral de la filantropÃa moderna, proporcionando un apoyo vital a organizaciones y causas benéficas. Los DAF proporcionan un flujo constante de financiación a las organizaciones sin ánimo de lucro, permitiéndoles cumplir su misión y llevar a cabo programas y servicios esenciales.
Por ejemplo, los DAF pueden proporcionar financiación a organizaciones centradas en la educación, la salud, la justicia social y el medio ambiente. Las organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en estas áreas a menudo tienen dificultades para conseguir financiación constante, pero los DAF pueden proporcionar una fuente fiable de apoyo que les permita planificar el futuro y tener un impacto significativo en sus comunidades.
Además, los DAF también pueden apoyar a organizaciones sin ánimo de lucro más pequeñas o causas emergentes que quizá no reciban tanta atención o financiación como las organizaciones más grandes y consolidadas. Al prestar apoyo a estas organizaciones, los DAF pueden ayudar a abordar problemas crÃticos y promover un cambio positivo en la sociedad.
Fomentar la donación estratégica
Los DAF también han animado a los donantes a pensar de forma más estratégica sobre sus donaciones benéficas. Al permitir a los donantes establecer un plan filantrópico y hacer recomendaciones de donaciones a lo largo del tiempo, los DAF han animado a los donantes a adoptar un enfoque más reflexivo e intencionado de sus donaciones.
Por ejemplo, un donante puede optar por establecer un DAF con un área de interés especÃfica, como la educación o la conservación del medio ambiente. A continuación, puede recomendar subvenciones a organizaciones sin ánimo de lucro que se ajusten a sus objetivos y valores filantrópicos, garantizando asà que sus donaciones tengan un impacto significativo y duradero.
Además, los DAF pueden ofrecer a los donantes una forma de implicar a sus familiares en su filantropÃa. Al establecer un DAF e involucrar a sus hijos o nietos en el proceso de concesión de subvenciones, los donantes pueden transmitir sus valores e inculcar un sentido de responsabilidad social a la siguiente generación.
Fomentar la colaboración y las asociaciones
Los DAF también han fomentado la colaboración y las asociaciones entre donantes y organizaciones benéficas. Los DAF ofrecen a los donantes una plataforma para colaborar con organizaciones sin ánimo de lucro, conocer mejor su misión y sus programas, y asociarse con ellas para abordar problemas crÃticos en sus comunidades.
Por ejemplo, un donante puede optar por establecer un DAF y colaborar estrechamente con una organización sin ánimo de lucro para apoyar un programa o iniciativa concretos. La organización sin ánimo de lucro puede proporcionar información actualizada sobre el progreso del programa y el impacto que está teniendo, lo que permite al donante ver de primera mano los resultados de su donación.
Además, los FAD pueden ofrecer a los donantes una forma de poner en común sus recursos y colaborar con otros donantes para abordar problemas sociales complejos. Trabajando juntos, los donantes pueden aprovechar sus recursos y experiencia para lograr un impacto mayor del que podrÃan lograr individualmente.
CrÃticas y retos de los FAD
Preocupación por los porcentajes de pago
Una de las principales crÃticas a los DAF es que sus porcentajes de distribución son inferiores a los de las fundaciones privadas. Mientras que los DAF están obligados a distribuir al menos el 5% de sus activos cada año, las fundaciones privadas deben distribuir anualmente el 5% de sus activos en subvenciones y gastos administrativos. Sin embargo, muchos DAF superan este porcentaje de distribución y son cada vez más transparentes en sus actividades de concesión de subvenciones.
Potencial de uso indebido
Otro problema al que se enfrentan los DAF es su posible uso indebido. Algunos crÃticos han expresado su preocupación por la posibilidad de que los DAF se utilicen para blanquear dinero o evadir impuestos. Sin embargo, los DAF están sujetos a supervisión y regulación, y las organizaciones patrocinadoras están obligadas a llevar a cabo la diligencia debida sobre los donantes y los receptores de subvenciones para garantizar el cumplimiento de las leyes y reglamentos fiscales.
Abordar la desigualdad en la filantropÃa
Por último, existe la preocupación de que los DAF puedan contribuir a la desigualdad en la filantropÃa, ya que los grandes donantes con un elevado patrimonio neto tienen un impacto desproporcionado en el sector benéfico. Sin embargo, muchos DAF han puesto en marcha polÃticas para abordar esta cuestión, como la reducción de los requisitos mÃnimos de aportación y la concesión de subvenciones de contrapartida para animar a los donantes más modestos a participar.
Conclusión
Los fondos gestionados por donantes han revolucionado el mundo de la filantropÃa, proporcionando a los donantes una poderosa herramienta para crear un impacto duradero en las causas que les preocupan. Los DAF han ampliado el acceso a la filantropÃa y han permitido a los donantes ser más estratégicos e intencionados en sus donaciones. Aunque existen crÃticas y retos a los que se enfrentan los DAF, creemos que representan una contribución esencial y valiosa al sector benéfico, transformando la filantropÃa con el empoderamiento de los donantes.