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Estudio sobre 2,9 millones de adultos coreanos: Dejar de fumar durante 10 años reduce el riesgo de cáncer, especialmente el de pulmón

Descubra las revolucionarias conclusiones de un estudio en el que han participado 2,9 millones de adultos coreanos y que indica que dejar de fumar durante una década reduce significativamente el riesgo de padecer cáncer, sobre todo de pulmón.
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14 de febrero de 2024

¿Sabe que dejar de fumar puede reducir significativamente el riesgo de cáncer? Pues bien, un reciente estudio realizado en Corea arroja luz sobre este importante tema de salud. El estudio, en el que participaron 2,9 millones de adultos coreanos, ofrece valiosos datos sobre la relación entre el tabaquismo y el cáncer. Así pues, entremos en detalles y comprendamos por qué dejar de fumar puede suponer una gran diferencia a la hora de reducir el riesgo de cáncer, especialmente el de pulmón.

Comprender la relación entre tabaquismo y cáncer

Antes de profundizar en las conclusiones del estudio, veamos el impacto biológico del tabaco en el organismo. Fumar afecta a casi todos los órganos, causando daños generalizados. Desde los pulmones hasta el corazón, el tabaco deja un rastro destructivo. Pero su relación con el cáncer es especialmente alarmante. La inhalación del humo del tabaco expone al organismo a sustancias químicas nocivas que pueden desencadenar el crecimiento de células cancerosas. Por ello, dejar de fumar es crucial para prevenir esta enfermedad mortal.

Un montón de cigarrillos quemados y en las cenizas se leía "no más".
Dejar de fumar es crucial para prevenir esta enfermedad mortal: el cáncer.

El impacto biológico del tabaco en el organismo

Cuando fuma, sus pulmones son los que más sufren. Las sustancias químicas tóxicas del humo del tabaco dañan los delicados tejidos de los pulmones, alterando su funcionamiento y haciéndole más susceptible a enfermedades como el cáncer de pulmón. Pero el daño no acaba ahí; fumar también afecta al sistema cardiovascular, al sistema inmunitario e incluso al equilibrio hormonal. El sistema cardiovascular, responsable de bombear sangre rica en oxígeno por todo el cuerpo, se ve afectado por el tabaco. Las sustancias químicas de los cigarrillos pueden contraer los vasos sanguíneos, lo que provoca hipertensión y un mayor riesgo de cardiopatías. Además, el tabaco debilita el sistema inmunitario y dificulta la lucha contra infecciones y enfermedades. El tabaco también altera el equilibrio hormonal del organismo, lo que puede provocar diversos problemas de salud, como problemas de fertilidad y desequilibrios hormonales.

Es importante señalar que los daños causados por el tabaco no se limitan a los órganos internos. Los efectos nocivos del tabaco también son visibles en la piel. Fumar acelera el proceso de envejecimiento, provocando arrugas prematuras, flacidez de la piel y un cutis apagado. Las sustancias químicas de los cigarrillos restringen el flujo sanguíneo a la piel, privándola de oxígeno y nutrientes esenciales, lo que provoca un aspecto apagado. Además, fumar aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel, ya que los dañinos rayos UV del sol tienen un efecto más perjudicial sobre la piel de los fumadores.

Cómo aumenta el tabaquismo el riesgo de cáncer

¿Se pregunta por qué fumar aumenta el riesgo de cáncer? Las sustancias nocivas de los cigarrillos, como la nicotina y el alquitrán, causan estragos en las células. Dañan el ADN de las células, provocando mutaciones que pueden acabar en cáncer. Además, el humo también contiene carcinógenos, sustancias que se sabe que causan cáncer. Estos carcinógenos pueden dañar directamente el ADN de sus células o interferir con los mecanismos de defensa naturales del cuerpo contra el cáncer. Cuanto más tiempo se fume, mayor será el daño, por lo que es imperativo dejar de fumar lo antes posible.

Cabe mencionar que la relación entre tabaquismo y cáncer no se limita al cáncer de pulmón. Aunque el cáncer de pulmón es el más conocido y prevalente de los asociados al tabaquismo, fumar también se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, cáncer de boca, garganta, esófago, páncreas, vejiga, riñón, cuello uterino e incluso leucemia. Las sustancias químicas tóxicas de los cigarrillos pueden viajar por el torrente sanguíneo, llegar a diversos órganos y aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer.

Ámbito y metodología del estudio coreano

Ahora que tenemos una sólida comprensión de la relación entre el tabaquismo y el cáncer, exploremos los fascinantes detalles del estudio coreano. El estudio utilizó datos de reclamaciones de seguro médico del Servicio Nacional de Seguro Médico (NHIS) recogidos entre enero de 2002 y diciembre de 2017 en Corea del Sur.

Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo basado en la población, en el que se inscribieron 7.536.882 participantes de 30 años o más que se sometieron a exámenes de salud durante el ciclo inicial de exámenes realizado entre 2002 y 2003.

Los datos se vincularon a los datos del registro de cáncer adquiridos del Registro Central de Cáncer de Corea y a los registros de defunción obtenidos de Statistics Korea. El estudio siguió las directrices para la elaboración de informes del Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology (STROBE) y fue aprobado por la junta de revisión institucional del Centro Nacional del Cáncer de Corea.

Selección y datos demográficos de los participantes en el estudio

Se excluyeron del análisis los participantes con cáncer o fallecidos antes de enero de 2006. Además, se excluyó a los participantes que declararon haber sido fumadores en el pasado, que no proporcionaron información sobre el tabaquismo en 2 o más ciclos consecutivos o que sólo completaron el cuestionario inicial. La cohorte final estaba formada por individuos con información completa sobre la duración del tabaquismo, la cantidad diaria fumada, el nivel de ingresos, el índice de masa corporal (IMC), el consumo de alcohol y la actividad física durante el periodo basal.

Proceso de recogida y análisis de datos

Time-updated smoking status was defined using self-reported smoking information collected biennially from 2002 to 2017. Participants were classified into five categories based on changes in their smoking behaviors: complete quitters, transient quitters, relapsed quitters, continuous smokers, and never smokers. Duration of smoking cessation was calculated for all quitters, and age at quitting was categorized as <50 years and ≥50 years.

Los resultados del cáncer se determinaron utilizando los datos del registro de cáncer que abarcan el período comprendido entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2019.

Conclusiones clave: El impacto de dejar de fumar en el riesgo de cáncer

Por último, analicemos las principales conclusiones de este estudio pionero. Se sorprenderá de cómo dejar de fumar puede transformar su perfil de riesgo de cáncer.

El estudio descubrió que dejar de fumar de forma sostenida se asocia con un retraso o prevención de la aparición del cáncer, sobre todo después de 10 años o más desde que se dejó de fumar. El riesgo de cáncer se redujo aproximadamente en un 50% a los 15 años o más de dejar de fumar en comparación con el asociado a seguir fumando. El riesgo de cáncer de pulmón disminuyó tres años antes que el de otros tipos de cáncer, con una reducción relativa mayor.

Reducción global del riesgo de cáncer tras dejar de fumar

En general, el riesgo de cáncer de todas las localizaciones, pulmón, hígado, estómago y colorrectal mostró un valor ligeramente superior durante 10 años después de dejar de fumar en comparación con el tabaquismo continuado, disminuyendo gradualmente a partir de entonces.

El impacto específico en el riesgo de cáncer de pulmón

El riesgo de cáncer de pulmón disminuyó tres años antes que el de otros tipos de cáncer, observándose una mayor reducción relativa.

La importancia de los 10 años para dejar de fumar

Ahora se preguntará, ¿por qué la marca de los diez años es tan importante en el proceso de dejar de fumar? Pues bien, descubramos las mejoras de salud observadas tras una década de no fumar.

Por qué 10 años es un hito importante

Los resultados sugieren que después de 10 años de dejar de fumar de forma sostenida, los individuos experimentan una reducción sustancial del riesgo de cáncer, lo que subraya la importancia de promover el abandono del tabaco y ofrecer el apoyo y los recursos adecuados para dejarlo de forma sostenida.

Las mejoras de salud observadas tras 10 años sin fumar

Tras 10 años de deshabituación tabáquica, las personas presentan mejoras significativas en su salud general y una reducción notable del riesgo de cáncer, en particular de pulmón. El abandono precoz del tabaco antes de la mediana edad resulta especialmente beneficioso para reducir el riesgo de cáncer, lo que subraya la importancia de fomentar el abandono a una edad temprana.


Implicaciones y recomendaciones para la salud pública

Las conclusiones de este estudio coreano tienen varias implicaciones para la salud pública. Exploremos las estrategias para fomentar el abandono del tabaco y el papel de las iniciativas de salud pública en la reducción de las tasas de tabaquismo.

Estrategias para fomentar el abandono del tabaco

Ayudar a las personas a dejar de fumar requiere un enfoque polifacético. La puesta en marcha de campañas educativas que pongan de relieve los riesgos del tabaquismo y las ventajas de dejarlo puede motivar a los fumadores a pasar a la acción. La disponibilidad de programas eficaces para dejar de fumar y de grupos de apoyo también puede desempeñar un papel crucial para ayudar a los fumadores en su camino hacia la deshabituación tabáquica.

El papel de las iniciativas de salud pública en la reducción de las tasas de tabaquismo

Las iniciativas de salud pública desempeñan un papel fundamental en la reducción de las tasas de tabaquismo. Los gobiernos pueden aplicar normativas más estrictas sobre la publicidad y el empaquetado del tabaco, creando un entorno que disuada de fumar. Además, aumentar el acceso a ayudas asequibles para dejar de fumar, como la terapia de sustitución de nicotina, puede proporcionar un apoyo muy necesario a las personas que intentan dejar de fumar. Trabajando colectivamente para crear una sociedad sin tabaco, podemos reducir en gran medida la incidencia de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, incluido el cáncer.

En conclusión, el estudio de 2,9 millones de adultos coreanos subraya la importancia crítica de dejar de fumar para reducir los riesgos de cáncer, especialmente el de pulmón. Los resultados del estudio subrayan el devastador impacto del tabaquismo en nuestro organismo y ponen de relieve las ventajas de dejar de fumar para salvar vidas. Comprendiendo la relación entre el tabaquismo y el cáncer y animando a los fumadores a dejar de fumar, podemos luchar colectivamente por un futuro más sano y libre de cáncer.

Una señal de prohibido fumar.
Trabajando colectivamente para crear una sociedad sin humo, podemos reducir en gran medida la incidencia de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, incluido el cáncer.