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Los mayores avances de la investigación en criopreservación humana

3 artículos de referencia en el campo de la criopreservación sientan las bases de la posibilidad de criopreservar y revivir seres humanos.
Human Enhancement
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10 de febrero de 2023
Rebecca Ziegler

La crioconservación es un campo que ha experimentado avances significativos en los últimos años. Gran parte de este progreso se debe a la publicación de tres artículos de referencia. Aunque estos trabajos no demuestran que sea posible la reanimación de seres humanos crioconservados, aportan pruebas de que la crioconservación y la reanimación en determinadas circunstancias son factibles y abren nuevas posibilidades para el futuro de la crioconservación humana.

El primer artículo, publicado por Fahy et al, describe la crioconservación y recuperación de un riñón de conejo. El riñón se conservó a temperaturas criogénicas y se trasplantó de nuevo al conejo tras volver a ponerlo a la temperatura corporal. El conejo sobrevivió y el riñón funcionó con normalidad, lo que demuestra que los órganos pueden sobrevivir al proceso de crioconservación. Aunque este estudio demuestra que la crioconservación de órganos pequeños es posible, los órganos más grandes, como los humanos, siguen planteando un reto y es necesario seguir investigando.

El segundo artículo, de Vita-More y Barranco, describe la crioconservación y reanimación de C. elegans, un pequeño gusano utilizado habitualmente en la investigación de laboratorio. El estudio descubrió que el gusano no sólo sobrevivió al proceso, sino que también conservó sus recuerdos. Los resultados mostraron que los recuerdos codificados en la estructura neural del gusano permanecían tras la reanimación, lo que sugiere que puede ser posible retener recuerdos humanos tras la crioconservación. 

Por último, el tercer artículo de McIntyre y Fahy demostró que la criopreservación estabilizada con aldehído es un método viable para preservar el tejido neural. Este método combina la fijación aldehídica con la crioprotección y se utilizó para preservar tejido neural. Los resultados mostraron que la ultraestructura de las neuronas era indistinguible de la de un cerebro no preservado cuando se evaluó mediante microscopía electrónica. Así se demostró que la criopreservación estabilizada con aldehídos puede preservar las estructuras cerebrales responsables de la memoria y la personalidad según los conocimientos científicos actuales.

Aunque estos tres artículos no prueban que la crioconservación y futura reanimación de seres humanos sea posible, sí demuestran que las piezas individuales necesarias para hacerla posible son factibles. La crioconservación y la reanimación de órganos y organismos han avanzado mucho, y el futuro de este campo es brillante. Son necesarios muchos avances y hay que superar muchos problemas técnicos antes de que se pueda intentar la reanimación de un ser humano crioconservado, pero estos trabajos sientan las bases para el futuro desarrollo de este campo.

Vea el vídeo en el que el Dr. Emil Kendziorra explica estos documentos históricos