Es fácil mirar a la cima de la estructura de una empresa y ver sólo "jefes", no "personas". Pero, a pesar de la creencia popular, detrás de cada rostro se esconde toda una historia de vida. En este artículo queremos contar la historia de Fernando Azevedo Pinheiro, cofundador y director de operaciones de Tomorrow.Bio. Descubriremos sus raíces, sus motivaciones para entrar en el campo de la Biostasis (también conocida como Criónica) y algunas historias personales sobre el hombre que se esconde detrás de la gran sonrisa.
Vida temprana y educación
Fernando nació y creció en la "gloriosa ciudad de São José dos Campos", en el estado de São Paulo, Brasil. Creció en el seno de una familia numerosa y amplia, con no menos de nueve tíos y un número igualmente elevado de primos. Los recuerdos de sus abuelos, padres y dos hermanos también llenan la mente de Fernando cuando piensa en aquellos alegres días de su infancia.
Menos recordados son los días de escuela en São José dos Campos, (a 87 km de São Paulo) a los que Fernando no puso mucho esfuerzo, ni interés. La "educación normal" no le entusiasmaba mucho, si es que lo entusiasmaba algo. Prefería soñar con dar la vuelta al mundo en barco (un sueño que aún hoy espera cumplir). No fue hasta que empezó a preparar los exámenes de acceso a la universidad cuando notó su afición por las matemáticas y la física, lo que puso en marcha su cerebro.
Influencia familiar, aficiones y una inspiración paterna
El padre de Fernando era ingeniero mecánico y ejecutivo de negocios en Embraer, la tercera empresa de aviación del mundo. Su madre también trabajó en Embraer como ingeniera mecánica/aeronáutica, diseñando las alas de los aviones durante más de 15 años. Poco sabía ella en ese momento que las alas que aspiraban a volar más alto, pertenecerían a su hijo Fernando.
Cuando sus padres no estaban ocupados concediendo a la gente el poder del vuelo, solían pasar tiempo con su familia, una actividad que Fernando siempre disfrutó, y continúa disfrutando. Influido por el trabajo de sus padres, el brasileño se aficionó a viajar. También disfrutaba de algunas actividades más centradas, como leer libros y ver una buena serie o película. Una de esas películas que Fernando vio hace veintitantos años fue Demolition Man. En ella conoció la biostasis, también conocida como criónica. Sin embargo, en aquel momento no lo consideraba más que pura ficción. Otra de sus aficiones, más realista, es su amor por las motos. Hay muy pocas cosas en el mundo que den a Fernando más alegría que dar un paseo en una de estas veloces máquinas. Una expresión de alegría que heredó de su padre.
De hecho, su padre fue una gran inspiración para el actual director de operaciones de Tomorrow en un sinfín de aspectos. Creo que la mejor manera de mostrar esto, es dejando que Fernando hable sobre su padre en persona:
Fernando: "[...] mi padre falleció repentinamente en 2010. Era una persona muy divertida. Tenía miedo a los fantasmas y siempre me decía que viviría hasta los 150 años y yo realmente creía que podría acercarse a eso. Por desgracia, vivió mucho menos que sus propios padres. Eso me enseñó que la vida es corta y que hay que disfrutar el ahora. Después de su muerte, empecé a creer que la gente debería elegir cuánto tiempo quiere vivir, o al menos, mantenerse a salvo hasta que la tecnología futura pueda tratar lo que causó su muerte. La criopreservación habría tenido mucho sentido en su caso".
Grandes decisiones y dar forma a Tomorrow
El repentino fallecimiento de su padre puso en marcha la mente de Fernando para ayudar al Dr. Emil Kendziorra a fundar Tomorrow.Bio, la primera empresa europea de criopreservación humana en el futuro. En ese momento ya había oído hablar de Alcor y de la posibilidad de la criopreservación, pero aún no había pensado demasiado en ello. Primero tuvo que abrirse camino a través de una multitud de países y continentes guiado por una plétora de importantes decisiones vitales.
En 2016, después de trabajar en un empleo bien remunerado durante varios años, Fernando decidió dejarlo para crear su primera startup(CarZar) en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. En este momento de su vida, podría haberse recostado y seguir haciendo lo que hacía. Habría estado bien, pero Fernando decidió no llevar este tipo de vida. Quería crear algo propio. Recordando los años que siguieron a este traslado, los considera de los más felices de su vida.
Unos años después, tras vender su primera empresa, Fernando pasó varios meses hablando con Emil Kendziorra sobre este proyecto llamado "Tomorrow Biostasis". Su interés por el campo era evidente, pero no estaba seguro de que fuera el camino correcto. La fascinación por el proyecto estuvo presente desde el principio, pero le preocupaba desde el punto de vista empresarial. Sabía que tardaría muchos años en ponerse en marcha. Una noche, Fernando se sentó en una hamaca en una isla de la costa de São Paulo, tomando una cerveza, relajándose y mirando la puesta de sol. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo mucho que le gustaban momentos como ése. La vida es preciosa y la gente debería poder disfrutarla más. Se propuso unirse a la empresa de Emil, se trasladó a Berlín y se unió a Tomorrow. Para no olvidar nunca el PORQUÉ, el propósito y la misión, se sentó en su hamaca y tomó esta foto:
Conclusión
La trayectoria de Fernando fue larga y variada. Nacido en el seno de una familia entusiasta, se animó a apuntar alto y a seguir sus sueños. Tomó su vida en sus manos y se dirigió a Sudáfrica para crear algo nuevo. Algo que resultara ser una aventura que mereciera la pena. Luego tuvo el valor de seguir su corazón y trasladarse a Europa, donde ahora pretende cambiar la forma de ver la vida en su conjunto. Quién sabe, tal vez pueda reclamar los 150 años que no se le concedieron a su padre.
Si está interesado en saber más sobre las razones de Fernando para convertirse en cofundador de la startup Biostasis, puede echar un vistazo a este artículo que él mismo escribió.
Si tiene alguna pregunta sobre Biostasis en su conjunto, no dude en programar una llamada con nosotros.